Teniendo en cuenta el continuo incremento del costo de los combustibles; las exigencias de los agentes de regulación ambiental de cada región del país; y la necesidad de tener un sistema seguro para operar, se ha hecho una obligación para toda empresa el tener que tomar las medidas necesarias para mejorar la calidad y los costos de producción de vapor para el sostenimiento de sus instalaciones y procesos.
Dentro de los objetivos de las técnicas del control de combustión está:
1. Proveer la correcta relación de combustible para satisfacer la demanda de vapor de las aplicaciones de la planta.
2. Proveer la correcta relación de aire para proveer seguridad en la quema del combustible y dar una buena eficiencia de combustión.
En un sistema automático de control de combustión, un controlador llamado Control de Presión de Vapor, Control de Demanda de Combustible ó Control Maestro de Caldera determina el punto de control necesario para poder satisfacer la demanda de vapor de la planta.
Cuando la demanda de vapor se incrementa, la presión de vapor cae, lo que obliga al controlador a incrementar la producción de vapor para evitar que la presión caiga por debajo de los límites establecidos. Si la demanda de vapor se reduce, el controlador está obligado a reducir la producción de vapor para evitar que la presión de este no aumente a valores inseguros. El Control de Combustión es el encargado de establecer la correcta relación de Aire y Combustible para satisfacer la demanda de vapor de la planta en una proporción exacta para evitar que ocurra un riesgo de explosión en el proceso de producción del vapor, logrando un proceso eficiente al garantizar una combinación sinérgica entre los elementos de la caldera que permiten establecer el consumo de combustible adecuado.